Nos situamos cerca de la ciudad de Osaka, en concreto en una de sus ciudades dormitorio, Neyagawa. En la estación de tren de esta localidad, un Alcanforero (Cinnamomum camphora) resiste valiente el paso de los años. Más de 700 años en pie. Mientras tanto, la civilización ha ido desarrollando sus infraestructuras. El resultado ha sido un impresionante árbol dentro de una estación de tren en medio de la urbe, la muchedumbre y la polución. Sin duda, merece dedicarle un espacio en la sección de #conociendoespecies.
El respeto por el Alcanforero.
En la cultura nipona creen que las divinidades moran en muchos elementos de la naturaleza, entre ellos en los árboles longevos. Estos árboles sagrados se ocupan de la seguridad, la salud y la felicidad. Ese culto ha conseguido que el Alcanforero de la estación de Neyagawa se mantenga aún en pie, protegido por una mampara de cristal, y con sus ramas apareciendo por encima de los techos de la estación.

La población local le ha dado al ejemplar el nombre de Kusunoki. Se ha ganado el afecto de todos los vecinos, así como sus plegarias. Eso ha hecho que todas las ampliaciones de la estación se hallan realizado en torno al árbol. Además, se le suman todas las leyendas que han emergido de él. Graves enfermedades para aquellos que trataran cortarlo y toda una serie de desdichas han engrandado la figura y el respeto por Kusunoki. Creo que a mas de uno le van a entrar ganas de visitarlo después de conocer un poquito más de su historia.
Además, un árbol con propiedades medicinales.
Pertenecientes a la misma familia que los laureles, los Alcanforeros (Cinnamomum camphora) proceden del Este de Asia. Se desarrolla en las zonas de clima tropical y subtropical de Malasia, Taiwan y Japón. Es en este último país donde se pueden encontrar los ejemplares más grandes de Alcanforero, ya que como hemos visto, muchos de ellos son tratados como ejemplares divinos.

Es un árbol que crece relativamente rápido con un follaje de un verde luminoso que alegra la vista al mirarlo. No resiste bien las heladas y de su madera se ha extraído tradicionalmente el famoso aceite de alcanfor. Sus propiedades y usos son numerosos:
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- Se emplea en jabones para combatir el pelo graso.
- Tiene propiedades estimulantes contra la depresión.
- Descongestiona.
- Estimula la circulación
- Ambienta estancias con su olor agradable…
Sus flores son realmente insignificantes. Esto contrasta con la grandeza (en todos los sentidos) del alcanforero. Cuando son fecundadas, se transforman en un fruto redondo y pequeño de color oscuro que no es comestible.
Por suerte, he podido observar algunos ejemplares de alcanforeros majestuosos (aunque me quedan pendientes los de Japón), y puedo asegurar que quien los ve, se queda prendado del verde luminoso de sus hojas. Es todo un espectáculo que os recomiendo.
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