Nos situamos cerca de la ciudad de Osaka, en concreto en una de sus ciudades dormitorio, Neyagawa. En la estación de tren de esta localidad, un Alcanforero (Cinnamomum camphora) resiste valiente el paso de los años. Más de 700 años en pie. Mientras tanto, la civilización ha ido desarrollando sus infraestructuras. El resultado ha sido un impresionante árbol dentro de una estación de tren en medio de la urbe, la muchedumbre y la polución. Sin duda, merece dedicarle un espacio en la sección de #conociendoespecies.

Fue en el año 1964 cuando un geólogo norteamericano mató sin saber al árbol más viejo del mundo. El científico se hallaba en el estado de Nevada (EEUU) con el fin de desgranar la historia geológica del lugar. Para ello, se ayudó de los árboles más longevos que veía (Pinus longaeva), a los cuales les sacaba muestras mediante un perforador para contar los anillos de crecimiento. Tan mala suerte tuvo que en un individuo, el perforador se le atascó. La única solución para poder recuperar el aparato, era talar el árbol.

A finales del pasado mes de Julio, la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente llevó a cabo una modificación en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, mediante la cual, 7 nuevas especies de seres vivos pasaban a estar «en situación crítica». Actualmente son casi 200 las especies de flora y fauna cuyo futuro se encuentra seriamente amenazado. Entre esas nuevas 7 especies existe una planta. Un arbusto del sureste de la Península Ibérica conocido como la Jara de Cartagena (Cistus heterophyllus subsp. carthaginense). Es a esta especie a la que le queremos dedicar la sección #conociendoespecies.

Un estudio realizado en la región de Bandiagara (centro de Mali) ha concluido que una de las mejores maneras de luchar contra la malaria en esa zona es la eliminación de especies de flora exótica.

Aprovechando la noticia del reciente descubrimiento de nuevas poblaciones en Murcia de esta especie (Prunus mahaleb), he decido dedicarle este post.