Tras desembarcar en el aeropuerto Fort Worth International de Dallas, la cultura norteaméricana se muestra delante de mi. Pollo frito, personas de todo el mundo, colas, controles de seguridad (extremos). Nada que me haga pensar que la ciudad que voy a visitar me vaya a gustar. Pero no vamos a engañarnos, si nos quedasemos con los aspectos de los aeropuertos, rara vez nos darían una imagen positiva de donde estamos.

Me monto en el tren que me lleva a la ciudad, y comienza mi travesía para descubrir las flores de Dallas.

El Arboretum de Dallas me esperaba sin tene muy claro lo que me iba a encontrar. Una grata sorpresa.
El Arboretum de Dallas me esperaba sin tene muy claro lo que me iba a encontrar. Una grata sorpresa.

Dallas, mucho más que un asesinato.

Mis referencias son nulas. No había visitado ninguna otra ciudad de Estados Unidos, pero algo dentro de mí me decía que me iba a encontrar con el típico skyline repleto de rascacielos y luces. Si bien es cierto que alguno había, muchos menos de los esperados. Pero no me quise desviar de mi cometido. Tras ver la avenida donde asesinaron a Kennedy, y el centro de negocios de Dallas, me fui en busca del Arboretum de Dallas.

El White Rock Lake bordea situado en el lado norte de la ciudad, bordea en todo momento el Arboretum de Dallas.
El White Rock Lake bordea situado en el lado norte de la ciudad, bordea en todo momento el Arboretum de Dallas.

Tras dos metros-trenes, y un bus, al final ahí estaba. En las puertas de un lugar que no esperaba me fuera a deparar tantas sorpresas en forma de colores.

El Arboretum de Dallas.

Era un soleado sábado de Abril. La gente local aprovechaba la buena temperatura para pasear por un espacio gratificante. Prados repletos de flores, el White Rock Lake baña sus orillas, un tranvía del propio arboretum transportando a los visitantes por el extenso parque. Pero veamos que nos podremos encontrar cuando visitemos este espacio de la ciudad de Dallas.

El Arboretum de Dallas, un lugar idóneo para pasear y disfrutar.
El Arboretum de Dallas, un lugar idóneo para pasear y disfrutar.

De primeras, ya el edificio de entrada está repleto de servicios. La taquilla y una recepción donde amablemente te dan la bienvenida al sitio. Una tienda del botánico (muy bien equipada), y una cascada de agua que vaticina el vergel que nos espera.

Hay una parte en la que los árboles dominan. En esta zona podemos encontrar Robles Espinosos (Quercus macrocarpa), Robles Rojos (Quercus shumardii), Árboles de Júpiter (Lagerstroemia indica), y otras muchas especies que en primavera muestran un magnífico verde. Entre árboles y espacios, quedan distribuidas diversos monumentos, construcciones y antiguas edificaciones que existían en el lugar como los típicos cottages o casas de campo estadounidenses (con todo su colorido floral y su estilo de antaño). También un escenario para representaciones y conciertos en un marco incomparable, riachuelos, puentes, etc

El arbolado comienza progresivamente y nos sorprende con una matriz verde envidiable.
El arbolado comienza progresivamente y nos sorprende con una matriz verde envidiable.

Las flores como protagonistas.

Era primavera, la temperatura era ideal, y el jardín estaba engalardonado con infinidad de flores. Las azaleas y rododendros se distribuían con numerosas tonalidades. La Salvia Mexicana (Salvia leucantha) se presentaba en su versión menos vista, con las flores de color blanco. Diferentes variedades e híbridos de Heleboros se podían encontrar en toda su plenitud floral.

La nítida flor de Helleborus x ericsmithii se deja entrever.
La nítida flor de Helleborus x ericsmithii se deja entrever.

En algunos parterres, la disparidad y acumulación de especies era tal, que los carteles se amontonan intentando indicar “claramente” a que flor en concreto se refiere.

A veces, la acumulación de flores es tal, que difícilmente se puede diferenciar a que flor se refiere cada cartel.
A veces, la acumulación de flores es tal, que difícilmente se puede diferenciar a que flor se refiere cada cartel.

Sin embargo, existían otras zonas donde los ejemplares quedaban bien definidos y donde quedaba claro a que especie se refería. Geránios de un “Rosa Caliente” tal y como su variedad define, las Zinnias que nos descubren la belleza a diferentes tamaños, y las Begonias de “alas de dragón”. En otras zonas, los Tagetes son los protagonistas. De esta especie ya hablamos en nuestra Wikiflora. ¿Quieres saber más de ellos? Pincha aquí.

Colección de coloridos Tagetes.
Colección de coloridos Tagetes.

Y la obra final del Arboretum de Dallas.

Pero personalmente, existe una parte del Arboretum (que bien podríamos llamar Floretum) donde la cantidad de variedades de ciertas especies puede llegar a abrumarnos. Si te quieres aficionar a la jardinería, este lugar lo tienes que visitar sin pensar más allá. Si creías conocer todas las variedades de estas especies, aquí te llevarás un desengaño.

Diferentes espacios de terreno dedicados a la variedad de color y formas de ciertos géneros. En esta foto, espacio dedicado a las Salvias.
Diferentes espacios de terreno dedicados a la variedad de color y formas de ciertos géneros. En esta foto, espacio dedicado a las Salvias.

Podemos empezar con los tulipanes. En esta época aun no habían asomado sus flores, pero si cada una de las variedades expuesta tiene un color diferente, el espectáculo estará servido. Aunque ya habíamos nombrado a los geranios, posiblemente en este espacio se acumulen la mayoría de ellos.

Gran colección de variedad de Geranios de diferentes colores y con diferentes características.
Gran colección de variedad de Geranios de diferentes colores y con diferentes características.

Lo mismo se puede decir de las salvias. Una explosión de color con todas sus variedades. Pero personalmente, fueron los Antirrinus o Bocas de Dragón las que en ese momento exacto estaban en su mayor plenitud. Amarillos, rojos, naranjas, lilas, blancos, y un largo etcétera. Creo que una imagen vale más que mil palabras.

Espectacular variedad de colores gracias a los Antirrhinum.
Espectacular variedad de colores gracias a los Antirrhinum.

Es posible que si alguna vez os decidís ir a Dallas de viaje, nadie os diga que existe el Arboretum de Dallas, y que está repleto de rincones que, dependiendo de la época del año, serán la delicia de los visitantes. Pues bien, yo os lo digo: “Tenéis que visitar el Arboretum de Dallas” .

Pero la verdad es que ni uno ni lo otro….. o si. El Ricino (Ricinus communis) es una planta que recibe una gran cantidad de nombres (además del ya dicho) como bafureura, catapucía, cherva, higuereta, palma de Cristo, etc. Pero, ¿por qué se le llama también Higuera del Infierno? Este mes, dentro de nuestra #Wikiflora, os queremos presentar a esta planta. El Ricino.

Una «Higuera» sin higos.

El Ricino es un arbusto que tiene un tallo bastante grueso, pero eso no significa que sea duro y resistente sino que el tallo está hueco por dentro. Ese es uno de los aspectos curiosos de esta planta. Las hojas pueden tornar a un color purpúreo que se suele cubrir de un polvo blanco (parecido a una cera) que si se frota se desprende.

Sus hojas son bastante grandes y tienen entre 5 y 9 lóbulos. Los bordes tienen unos pequeños dientes y se unen a los tallos por un pedúnculo que está en la parte inferior de la hoja. De esta manera, si miramos las hojas desde arriba, habrá gente que les pueda parecer a la hoja de una higuera (aunque también habrá gente que le pueda parecer la hoja de otra planta).

Hojas que bien podrían parecerse a una higuera.... o incluso a otra planta. Foto: riomoros.com
Hojas del Ricino que bien podrían parecerse a una higuera…. o incluso a otra planta. Foto: riomoros.com

Lo espectacular de sus frutos.

El Ricino pertenece a la familia de las Euphorbias. Esta familia es un rara avis dentro del mundo vegetal. Tanto es así que ha necesitado en muchos casos de botánicos expertos para su desarrollo. Y esto viene dado porque sus flores son bastante diferentes a las del resto de familias vegetales. Pero no es en las flores donde quiero que nos fijemos, sino en sus frutos.

Flores del ricino y frutos que están comenzando a formarse. Foto: Wikimedia Commons
Flores del ricino y frutos que están comenzando a formarse. Foto: Wikimedia Commons

Cuando observamos un fruto de Ricino, vemos que son unas estructuras globosas con abundantes púas como si de un erizo se tratase. Estos frutos contienen 3 cavidades con una semilla cada una de ellas. Los frutos al madurar tornan a un colo rojizo. Es decir, al final de los tallos, nos encontramos con un conjunto de frutos con púas de color rojo. Se puede entender entonces su relación con el infierno ¿no?

Frutos madurando de Ricino. Con sus púas erizadas y su espectacular rojo.
Frutos madurando de Ricino. Con sus púas erizadas y su espectacular rojo.

Y dentro de los frutos del Ricino, unas bellísimas semillas.

Cuando los frutos se secan, empiezan a abrirse y de su interior aparecen una semillas ornamentadas suuuuuuper bonitas. De hecho, si nunca las has visto, es esperable que te sorprendas. Pareciera que una artista llamada naturaleza las hubiera pintado con unas tonalidades marrones que resultan unas formas abstractas y armónicas de gran belleza.

Tanto es así que cuando decidí crear las postales de la colección Artistic Seeds, tenía claro que las semillas del Ricino tenían que ser una de las componentes de la colección. Pincha aquí si quieres hacerte con una de estas postales 🙂

Postal dedicada al Ricino donde se puede observar la belleza de la ornamentación de sus semillas.
Postal dedicada al Ricino donde se puede observar la belleza de la ornamentación de sus semillas.

Orígenes y usos del Ricino.

Los orígenes del Ricino no están claros. Actualmente se ha naturalizado en casi todas las regiones cálidas del globo terráqueo. Es probable que provenga del noreste de África o de Oriente Medio. Lo que si está claro es que ha sido capaz de aparecer, ya sea cultivado o naturalizado, en muchos lugares, incluso en islas pequeñas.

Claro, tanto tiempo conviviendo con el ser humano ha servido para que hayamos podido conocerlo bien y saber que partes del Ricino podrían tener alguna utilidad. Y ahí voy a exponerlas.

Preciosa ornamentación de las semillas de las que tantos usos se pueden extraer. Foto: sertox.com.ar
Preciosa ornamentación de las semillas de Ricino de las que tantos usos se pueden extraer. Foto: sertox.com.ar

Más bien, comenzaré con el no uso. Sus semillas, aunque muy bonitas, son extremadamente tóxicas ya que contienen una albúmina que es la ricina, y que en niños puede tener consecuencias fatales. Sin embargo, del tratamiento de sus semillas si que se obtiene el famoso aceite de ricino. Este ha sido (y es) un excepcional purgante. Muchos niños del siglo pasado han tenido que soportar su horroroso sabor (que provocaba nauseas) con el fin de “limpiarse” por dentro.

El antiguo Aceite de Ricino. Foto: todocolección.net
El antiguo Aceite de Ricino. Foto: todocolección.net

En la actualidad han sabido sacarle más usos como por ejemplo sus aplicaciones para la industria de la pintura y los barnices. Incluso también para la fabricación de lubricantes utilizados en motores de aviones y en líquidos de frenos. Ocasionalmente también se ha empleado como aceite para freír y antiguamente en el alumbrado.

Y cuanta razón tiene :)
Y cuanta razón tiene 🙂

Después de exponer todas las características de esta planta, dejo a elección de cada uno si está bien puesto ese nombre de “Higuera del diablo”.

El pasado fin de semana del 8 al 10 de Junio coincidía con un puente festivo en la Región de Murcia. Eso nos permitió organizar un viaje para conocer el Escondite del Guadiana. Después de una primavera que por suerte tuvo bastantes episodios de lluvia, la Mancha Húmeda estaba dispuesta a hacer honor a su nombre. Teníamos 3 días para conocer los ojos del Guadiana así como muchos de los lugares naturales que esta zona de Castilla La Mancha aguarda.

Las amápolas nos dieron la bienvenida y auguraban un gran viaje.
Las amápolas nos dieron la bienvenida y auguraban un gran viaje.

Empezamos a describiros como fue el fin de semana.

Un viaje a la Roma clásica y una gran grieta.

Nuestra primera parada fue en Lezuza. Un pueblo de la provincia de Albacete que aguarda una gran sorpresa. Un yacimiento romano del que se ha podido excavar una pequeña parte y del que se han extraído ya numerosas e importantísimas piezas (algunas de ellas muy bien conservadas). Libisosa.  Disfrutar de su historia es todo un lujo, pero es que además tuvimos la suerte de que nuestra visita coincidió con las Jornadas de Recreación Histórica. Esto significó que pudimos disfrutar de como los lugareños, vestidos con los atuendos típicos de la época romana, iban explicando los modos de vida y las historias que pudieron acontecer en una ciudad como la que allí existía.

Parte de una de las representaciones llevadas a cabo por alguno de los figurantes.
Parte de una de las representaciones llevadas a cabo por alguno de los figurantes.

Para la tarde, tuvimos nuestra primera incursión en las Lagunas de Ruidera. Lo hicimos a través de una gran brecha en el territorio. La Quebrada del Toro nos sorprendió a todos con sus rincones, su inmensidad y sus subir y bajar continuo. Y por supuesto, la mejor manera de terminar el paseo era disfrutando de nuestras primeras vistas sobre las lagunas de Ruidera entre arbustos y ajos 🙂

Los asistentes disfrutando (y a vecés sufriendo un poco) del paso por la Quebrada del Toro.
Los asistentes disfrutando (y a vecés sufriendo un poco) del paso por la Quebrada del Toro.

Un pequeño Parque Nacional que es el Escondite del Guadiana.

Segundo día. El momento de adentrarnos de lleno en uno de los Parques Nacionales de la provincia de Ciudad Real. Un paraíso para los amantes de las aves (que no solo íbamos a hablar de plantas) en el que tuvimos la suerte de disfrutar con el avistamiento de una gran cantidad de especies diferentes de Aves (Malvasía Cabeciblanca, Ánades, Zampullines, etc), y también de otras especies de animales como el Galápago Europeo (Emys orbicularis). Una gran diversidad de fauna que esconde este Escondite del Guadiana. El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel ante nosotros.

Paseando por uno de los paseos destinados a tal uso dentro del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. El Escondite del Guadiana.
Paseando por uno de los recorridos destinados a tal uso dentro del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.

Fue un recorrido corto pero no por ello menos intenso que otros. Un recorrido que pudimos terminar con una visita al Molino de Molemocho. Un magnífico lugar donde poder transportarnos al pasado cuando este molino era uno de los principales de la zona.

Ejemplares de Galápago Europeo (Emys orbicularis) en el Parque Nacional. Ellos también disfrutan del Escondite del Guadiana.
Ejemplares de Galápago Europeo (Emys orbicularis) en el Parque Nacional.

Tras una rica comida en Daimiel, nos fuimos a descubrir ciertos puntos estratégicos de las Lagunas de Ruidera como la impresionante Cascada del Hundimiento o las Cascadas de la Batana. Fue una grata manera de terminar nuestro segundo día de viaje. Regresamos a Munera, nuestra base de operaciones, para disfrutar de una deliciosa cena en nuestra Hospedería Bodas de Camacho y a descansar para encarar el último día.

Las lagunas de Ruidera a fondo.

Para nuestro último día del viaje teníamos programada la caminata más larga. Un recorrido que iniciamos desde la icónica Cueva de Montesinos, lugar de culto para los lectores del Quijote, pero que además tiene su importancia natural por otro tipo de motivos, comenzando con las especies que podemos encontrar tanto dentro como fuera. Seguimos nuestra ruta y, tras una breve referencia a los Apalaches, nos fuimos acercando al borde de las lagunas.

La entrada a la Cueva de los Montesinos con todos sus misterios y sus historias.
La entrada a la Cueva de los Montesinos con todos sus misterios y sus historias.

Mientras un grupo optó por el recorrido corto, pero no por ello menos bonito. Un bonito paseo por las orillas de las lagunas hasta que el bus nos recogió para llevarnos al Baño de las Mulas.

Por otro lado, la gran parte del grupo siguió por la ruta más larga donde pudo disfrutar del castillo de Rochafrida. A partir de ahí, un más que agradable paseo con vistas inmejorables de algunas de las lagunas. Paseo que nos llevó hasta el prometido y deseado baño y la comida.

Alguno de los asistentes que disfrutaron del baño. Parece que no se estaba mal :) en un Escondite del Guadiana.
Alguno de los asistentes que disfrutaron del baño. Parece que no se estaba mal 🙂

Una ruta para nada dura y repleta de vistas, rincones y naturaleza que la Mancha Húmeda tiene guardada para que podamos disfrutarla de una manera respetuosa y concienciada. Otra forma de descubrir el Escondite del Guadiana.

Vistas de las lagunas que pudimos disfrutar durante nuestra ruta del último día por la mañana. Otro Escondite del Guadiana.
Vistas de las lagunas que pudimos disfrutar durante nuestra ruta del último día por la mañana.

Así emprendimos el viaje de vuelta, cansados pero con la impresión de que habíamos conocido un lugar que, gracias a las lluvias de esta primavera, lo pudimos ver con paisajes húmedos más húmedos de lo normal.