Una planta del Mundo – Wikiflora

19192. Posiblemente fuera de contexto, este sea un número que no nos diga nada. Sin embargo, se le damos dimensión (hectáreas), estaríamos referiéndonos al tamaño protegido que han tenido numerosas especies de flora y fauna para convivir, subsistir y desarrollarse en el suroeste de la provincia de Albacete, gracias a la acción incesante del río Mundo.

Aspecto de los montes calizos que custodian al río Mundo. Foto: Álvaro García Valero
Aspecto de los montes calizos que custodian al río Mundo. Foto: Álvaro García Valero.

Ante nosotros, una mole caliza. Un vasto terreno que sirvió de refugio ante las glaciaciones, y con una serie de microclimas (tanto por encima como por debajo de la tierra) que han permitido el mantenimiento de varios endemismos exclusivos de este espacio protegido. Por si alguien no sabe ya de donde estamos hablando, nos referimos al Parque Natural de los calares del Mundo y de la Sima. Y es que dentro del planeta Tierra, sin duda este es el Mundo que nos interesa en este post.

La geología como co-protagonista en el río Mundo.

Los materiales carbonatados son los que ocupan la mayor extensión, y estos materiales son los “culpables” de muchos de los atractivos turísticos de este lugar. Grandes mesetas en las partes altas ayudan a que la acción erosiva del agua haga de las suyas, y así nos presente lugares tan emblemáticos como “Los Chorros del río Mundo”. Todo ello es posible gracias a los procesos de karstificación….. Ups, perdón por la palabra. En resumidas cuentas, este proceso nos habla de lugares bajo la tierra con materiales fáciles de disolver, que resultan cuevas, cavidades, conductos, etc.

Todo esto, unido a una geología compleja, ha aumentado las posibilidades para los seres vivos creando espacios muy cercanos pero muy diferentes.

Las formaciones geológicas son un atractivo de los más importantes del Parque. Foto: Álvaro García Valero.
Las formaciones geológicas son un atractivo de los más importantes del Parque. Foto: Álvaro García Valero.

Un lugar que ha llamado la atención desde siempre.

Centrándonos en la flora, el Parque ha despertado la curiosidad de botánicos y expertos desde muchos siglos atrás, aunque es cierto que fue a partir del siglo XIX cuando de las exploraciones fueron más fructíferas, así como también se incrementó el número de visitantes.

De todos los grupos florales, sin duda las orquídeas pueden ser las más importantes del Parque, y hablar de ellas daría para escribir varios post. No queremos que se entienda como un acto de gandulería, pero en esta ocasión, nos vamos a dedicar a hablar de otra especie que, aunque no es exclusiva de este lugar, las dimensiones de sus poblaciones en el Parque le valieron parte de su nombre científico.

Dentro del amplio catálogo florístico, nos permitimos el lujo de hablar de una pequeña planta de simpático nombre y a la que le queremos dedicar esta pequeña sección de la #Wikiflora. La Pinguicula mundi.

Ejemplar de Pinguicula mundi florecido. Foto: Álvaro García Valero.
Ejemplar de Pinguicula mundi florecido. Foto: Álvaro García Valero.

En las paredes de los Chorros.

A menudo, los visitantes a Los Chorros del Río Mundo elevan la vista para disfrutar de la caída del agua y fotografiar la exuberante naturaleza que alberga este nacimiento de agua. Si bajamos la cabeza y miramos las rocas por las que el agua escurre, en primavera podríamos ver unas pequeñas florecitas blanco-violetas que no son muy llamativas, pero intentaremos que lo sean tras hablar de ellas.

Si, se trata de la Pinguicula mundi (por el río Mundo). Una planta herbácea que vive en zonas donde el agua escurre, y que por lo tanto, son zonas donde normalmente los nutrientes son lavados. Eso quiere decir que a priori, cualquier planta tendría un déficit de alimentos. ¿Cómo se puede solucionar esto? Nosotros buscaríamos la comida en otro lugar, pero esta planta ha preferido adaptarse a las condiciones y “volverse carnívora”. Si si, estamos ante una planta carnívora. Muchos insectos se ven atraídos por sus colores, y por el brillo de sus hojas cuando el agua cae sobre ellas, y al posarse, la planta dispone de una sustancia viscosa en sus pelos foliares que atrapa a dicho insecto. Cuanto más lucha, más atrapado se queda. A partir de ahí, los encimas digestivos de la planta hacen el resto. Fascinante ¿no?

Además, la flor es realmente bonita. Una belleza mediterránea que se nos presenta a pequeña escala, pero que convierte a la Pinguicula mundi en una preciosa superviviente.

Pared rezumante con numerosos ejemplares de Pinguicula mundi. Foto: Álvaro Ruiz Valero.
Pared rezumante con numerosos ejemplares de Pinguicula mundi. Foto: Álvaro García Valero.

Si tras este post, hemos conseguido que la próxima vez que visitéis los Chorros del río Mundo, gastéis 5 minutos de vuestra visita en buscar a esta curiosa planta es sus paredes, nos damos completamente por satisfechos. Si queréis hacerla con nosotros, mira nuestras opciones en Nuestras Rutas.

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